En este dosier, mi propósito es introducir los aspectos filosóficos del aceleracionismo, orientado a la siguiente pregunta (que es también guía de la investigación): ¿Es el aceleracionismo un diagnóstico o un programa existencial? Considero que dentro de una realidad enmarcada por el capitalismo, el Aceleracionismo es una de las expresiones de la subjetividad contemporánea más importantes, como se expresa en el manifesto Aceleracionista de Williams y Srnicek:"Si algún sistema ha sido asociado con la idea del aceleracionismo, es el capitalismo (...) su auto-presentación ideológica es una de liberar las fuerza de destrucción creativa, liberando las innovaciones tecnológicas y sociales siempre aceleradas".@note Podemos afirmar que no es solamente un fenómeno cultural en el sentido de una tendencia evanescente. Aunque su difusión y desarrollo posterior a la academia se ha dado en parte de manera análoga a fenómenos sociales, o subculturas online, considero que la importancia del aceleracionismo se encuentra en su expresión teórica: un conjunto de problemas de la máxima relevancia para la filosofía actual. La crisis política, social y subjetiva dentro del contexto capitalista y tecnológico de los que se ocupa el pensamiento aceleracionista nos aproximan a la actualidad desde un horizonte insospechado. Aún más, si en lugar de una práctica política conservadora en por del desarrollo insaciable y voraz, partimos de un aceleracionismo en tanto que diagnóstico de la condición ultracapitalista, se hará posible ponderar sus posibilidades emancipadoras de esa misma condición que diagnostica. Debido a que como proyecto teórico, el aceleracionismo ha desarrollado una autocrítica, acusando los desaciertos y errores de la academia, y cuya influencia conceptual proviene de filósofos cuyo enfoque señala las fallas de nuestro sistema de análisis, el aceleracionismo permite una nueva forma de acercarnos a la crítica.
Con los textos que presento busco lograr una comprensión conceptual del aceleracionismo, identificar la relación entre su propuesta y sus formas retóricas propias y por último, exponer la configuración del aceleracionismo como creador de una teoría que hace frente a la crisis desde un lugar diferente al que la crítica se ha reducido, por un lado, y proyecto emancipador por otro.
En el fragmento seleccionado del Manifiesto del partido comunista se analiza el lugar del obrero frente a lo que Marx y Engels identifican como los intereses de la burguesía, dominados por una búsqueda de progreso que otorgue ventaja dentro de la competencia. Sin embargo, este desarrollo es también un elemento de riesgo par el salario de los obreros. Esto, aunado con la influencia de la tecnología en la subordinación del obrero, da lugar al tipo de relación que el aceleracionismo analiza. En tanto que el conflicto entre burguesía y obreros surge a partir de deseos contrarios que no pueden conciliarse, y que están representados en el dinero, el aceleracionismo postula a la tecnología y al desarrollo como una forma de producción desbordante de este deseo.@note Para Marx, la influencia de los objetos y la tecnología sobre los humanos va más allá de su influencia sobre la brecha salarial; no se reduce a una relación mercantil ni creadora.
En el “Fragmento sobre las máquinas” es clara la manera en la que las máquinas son parte intrínseca de la configuración de los sujetos; son “órganos” que potencializan sus más grandes capacidades y por medio de los cuales se reflejan su racionalidad y cotidianeidad.@note
Para Deleuze y Guattari el deseo que identifican Marx y Engels como contradictorio, es en realidad, la forma más apta del capitalismo, el resultado más propio. Este deseo resulta entonces no estar determinado por una ideología, sino por los flujos del propio mercado. La forma de este deseo es definitorio para la inconcebibilidad de un futuro disociado del desbordamiento de la lógica de producción y la razón instrumental nunca completa del capitalismo. En este fragmento Deleuze y Guattari sugieren la inmanencia del desbordamiento y exceso de alienación y deseo producidos por el capitalismo; “acelerar el proceso”.@note La forma de lenguaje presente en los textos de Deleuze y Guattari, son al igual que su contenido filosófico y sistemático, una gran influencia para los autores aceleracionistas.
La retórica del aceleracionismo sigue la tendencia de la creación y producción excesiva de sentidos y conceptos claramente presente en el fragmento de Lyotard. La referencia de un manager como autoridad que legitima un discurso puede ser entendida también como la dominación de los elementos capitalistas sobre la palabra y su interpretación.@note
La riqueza o valor del aceleracionismo se encuentra en un su labor teórica, en ella la crisis actual es renovada con la asistencia de técnicas de construcción conceptual que en sintonía con sus propias postulaciones sobre pasa lo que es actualmente posible o concebible. Benjamin Noys señala otra importancia. Este autor se acerca al aceleracionismo desde la perspectiva desde la que este dosier tiene la intención de aproximarse. Para él es el aceleracionismo no puede ser desdeñado como un mero "vicio de la teoría", sino como “registro” del estado actual de “acumulación”. Sin embargo, es renuente al tipo de conocimiento resultante de su producción excesiva y abstracta.@note Aún más, a partir de la incertidumbre sobre las consecuencias positivas del aceleracionismo como “camino revolucionario” es interesante cuestionar también sus implicaciones potencialmente negativas como consecuencia de su postulación teórica.
Considero que el xenofeminismo puede arrogar claves del valor del aceleracionismo como una alternativa a la crítica. Considero que en este “registro de acumulación” y creación excesiva se pueden llegar a articular formas de emancipación. El xenofeminismo imagina, de manera similar al aceleracionismo el futuro del mundo como un futuro en crisis, de una complejidad excesiva. Ante este panorama apuesta por las mismas tendencias alienantes. Sin embargo, a diferencia de algunas posturas conservadoras del aceleracionismo, el postulamiento ante este panorama es el de un replanteamiento del más alto grado de control; el control del propio deseo que ya no esté orientado a la autodestrucción sino a la construcción colectiva de solidaridad y autodominio. Ante esta postura el aceleracionismo puede obtener una nueva lectura más cercana a su potencial alienante constructivo, más allá de su tendencia acéfala. @note
Montserrat Cruz Herrera
“Sin embargo, el desarrollo de la industria no sólo nutre las filas del proletariado, sino que las aprieta y concentra; sus fuerzas crecen, y crece también la conciencia de ellas. Y al paso que la maquinaria va borrando las diferencias y categorías en el trabajo y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivel bajísimo y uniforme, van nivelándose también los intereses y las condiciones de vida dentro del proletariado. La competencia, cada vez más aguda, desatada entre la burguesía, y las crisis comerciales que desencadena, hacen cada vez más inseguro el salario del obrero; los progresos incesantes y cada día más veloces del maquinismo aumentan gradualmente la inseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros y burgueses aislados van tomando el carácter, cada vez más señalado, de colisiones entre dos clases. Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgueses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. Crean organizaciones permanentes para pertrecharse en previsión de posibles batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones.” Karl Marx y Frederich Engels. Manifesto del partido comunista. (Madrid: Fundación de Investigaciones Marxistas, 2014), 61.
“La naturaleza no construye máquinas, ni locomotoras, ferrocarriles, telégrafos eléctricos, mulas de hilar, etc. estos son productos de la industria humana: materia natural es transformada en órganos de la voluntad humana sobre la naturaleza, o de la participación humana en la naturaleza. Son órganos del cerebro humano, creado por la mano humana; el poder del conocimiento, objetificado. El desarrollo del capitalismo fijado indica en qué grado conocimiento general social se ha convertido en una fuerza directa de producción, y en qué grado, entonces, las condiciones del proceso de la vida social se ha puesto bajo el control del intelecto general y ha sido transformado en concordancia con ello. En qué grado el poder de la producción social ha sido producido, no sólo en forma del conocimiento, pero también como órganos inmediatos de la práctica social, de los proceso de la vida real.” Karl Marx. “Fragment on Machines”, en Accelerate, editado por Robert Mackay y Armen Avanessian. (Falmouth: Urbanomic Media Ltd., 2014), 63-4.
“Deseo del asalariado, deseo del capitalista, todo palpita de un mismo deseo basado en la relación diferencial de los flujos sin límite exterior asignable y en la que el capitalismo reproduce sus límites inmanentes a una escala siempre ampliada, siempre más abarcante. Por tanto, es al nivel de una teoría generalizada de los flujos que podemos responder a la cuestión: ¿cómo se llega a desear el poder, la potencia, pero también la propia impotencia? ¿Cómo un campo social semejante pudo ser cargado por el deseo? ¡De qué modo el deseo supera el interés llamado objetivo, cuando se trata de hacer manar y de cortar flujos! Sin duda, los marxistas recuerdan que la formación de la moneda como relación específica en el capitalismo depende del modo de producción que convierte a la economía en una economía monetaria. Falta que el movimiento objetivo aparente del capital, que no es en modo alguno un desconocimiento o una ilusión de la conciencia, muestre que la esencia productiva del capitalismo no puede funcionar más que bajo esta forma necesariamente mercantil o monetaria que la domina y cuyos flujos y relaciones entre flujos contienen el secreto de la catexis de deseo. Es al nivel de los flujos, y de los flujos monetarios, no al nivel de la ideología, que se realiza la integración del deseo. Entonces, ¿qué solución hay, qué vía revolucionaria? El psicoanálisis apenas tiene recursos, en sus relaciones más íntimas con el dinero, ya que registra guardándose de reconocerlo todo un sistema de dependencias económico-monetarias en el corazón del deseo de cada sujeto que trata y que por su cuenta constituye una gigantesca empresa de absorción de plusvalía. Pero, ¿qué vía revolucionaria, hay alguna? — ¿Retirarse del mercado mundial, como aconseja Samir Amin a los países del tercer mundo, en una curiosa renovación de la «solución económica» fascista? ¿O bien ir en sentido contrario? Es decir, ¿ir aún más lejos en el movimiento del mercado, de la descodificación y de la desterritorialización? Pues tal vez los flujos no están aún bastante desterritorializados, bastante descodificados, desde el punto de vista de una teoría y una práctica de los flujos de alto nivel esquizofrénico. No retirarse del proceso, sino ir más lejos, «acelerar el proceso», como decía Nietzsche: en verdad, en esta materia todavía no hemos visto nada.” Gilles Deleuze y Félix Guattari. El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia. (Barcelona: Paidós, 1985), 246-7.
“What is this discourse? How is it legitimated? Where is it situated? Who authorizes you to speak in this way? Are you the manager [tenancier] of the great skin? But how could you be, when it is ephemeral and offers nothing to hold onto or secure? Aren't you concerned with pure imagination and rhetoric? Are you looking for truth, do you claim to speak it, to have spoken it? Haven't you produced just another new philosophy, yet another system? Yet more words? Have these words the pretension to change the world, at least? If not, what? To interpret it, wretch! In truth it is pure imaginary fabrication on your part, the realization of desire on the 'skin of language', as you would put it, aestheticism, elitism.” “¿Qué es este discurso? ¿Cómo se legitimiza? ¿Dónde está situado? ¿Quién te autoriza hablar de la manera en la que lo haces? ¿Eres el manager de la gran piel? ¿Pero, cómo podrías ser, cuando es efímero y no ofrece nada de qué agarrarse o asegurarse? ¿No te preocupa la pura imaginación y retórica? ¿Estás buscando la verdad, afirmas pronunciarla, haberla pronunciado ya? ¿No has producido sólo otra nueva filosofía, aún otro sistema? ¿Aún más palabras? ¿Tienen estas palabras la pretensión de cambiar el mundo, por lo menos? ¿Si no, qué? ¡Interpretarla, infeliz! Es en verdad una fabricación imaginaria de tu parte, la realización del deseo en la “piel del lenguaje”, como lo dirías, aestecismo, elitismo.” Jean-Francois Lyotard. Libidinal Economy. (Indiana: Indiana University Press, 1993), 241.
“0x18. XF asserts that adapting our behaviour for an era of Promethean complexity is a labour requiring patience, but a ferocious patience at odds with ‘waiting’. Calibrating a political hegemony or insurgent memeplex not only implies the creation of material infra-structures to make the values it articulates explicit, but places demands on us as subjects. How are we to become hosts of this new world? How do we build a better semiotic parasite—one that arouses the desires we want to desire, that orchestrates not an autophagic orgy of indignity or rage, but an emancipatory and egalitarian community buttressed by new forms of unselfish solidarity and collective self-mastery?” “0x18. XF afirma que adaptando nuestro comportamiento para una era de complejidad Prometeana es una labor que requiere paciencia, pero una paciencia feroz en desacuerdo con “espera”. Calibrando una hegemonía política o un memeplex insurgente no sólo implica la creación de infraestructuras materiales para hacer explícitos los valores que articula, también sitúa demandas en nosotros como sujetos. ¿Cómo podríamos convertirnos en anfitriones de este nuevo mundo? ¿Cómo construimos un mejor parásito semiótico –uno que excite los deseos que queremos desear, que no orquestre una orgía autofágica de indignidad o ira, pero sí una comunidad emancipatoria y egalitaria reforzada por nuevas formas de solidaridad no egoísta y domino propio colectivo? Laboria Cuboniks. Xenofeminism: A politics for alienation., 9-10.
“It might be easy to dismiss theoretical accelerationism as a malady of those who take theory too far, spinning-off into abstract speculation. In fact, the very point of accelerationism is going too far, and the revelling and enjoyment engendered by this immersion and excess. They push into the domain of abstraction and speculation which, with the financial crisis, is evidently the space of our existence. I am sceptical that such a ‘road of excess’ will, in William Blake’s words, lead ‘to the palace of wisdom’. It does, however, lead us to think what this excess and abstraction might register. If accelerationism is not the revolutionary path it may be the path that records, in exaggerated and hyperbolic form, some of the seismic shifts of capitalist accumulation from the 1970s to the present.” “Podría ser fácil rechazar aceleracionismo teórico como una enfermedad de aquellos que llevan la teoría demasiado lejos, escendiendo hacia una especulación abstracta. En realidad, el punto mismo del aceleracionismo es ir demasiado lejos, y el deleite y disfrute engendrado por esta inmersión y exceso. Empujan hacia un dominio de abstracción y especulación que, con la crisis financiera, es evidentemente el espacio de nuestra existencia. Soy escéptico de que tal “camino al éxito” va a, en palabras de William blake, llevarnos a “un lugar de sabiduría”. Sin embargo, sí nos lleva a pensar que puede registrar este exceso y abstracción. Si el aceleracionismo no es un camino revolucionario puede ser el camino que registre, en una forma exagerada e hiperbólica, algunos de los cambios sísmicos de la acumulación capitalista de los 70s al presente.” Benjamin Noys. Malign Velocities: Accelerationism and Capitalism. (Alresford: Zero Books, 2014), 34-5.
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix. 1985. El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia. Barcelona: Paidós.
Laboria Cuboniks. Xenofeminism: A politics for alienation.
Lyotard, Jean-Francois. 1993. Libidinal Economy. Indiana: Indiana University Press.
Marx, Karl y Engels, Frederich. 2014. Manifiesto del partido comunista. Madrid: Fundación de Investigaciones Marxistas.
Marx, Karl. 2014. “Fragment on Machines”, en Accelerate, editado por Robert Mackay y Armen Avanessian. Falmouth: Urbanomic Media Ltd.
Noys, Benjamin. 2014. Malign Velocities: Accelerationism and Capitalism. Alresford: Zero Books.
Srnicek, Nick y Williams, Alex. 2013. #Accelerate Manifesto.